Ya estamos inmersos de lleno en la primavera, apareciendo los días cálidos que nos van introduciendo poco a poco al verano.
Primavera, la estación del año que representa el nacimiento, la expansión y el movimiento. Según la Medicina Tradicional China, esta estación pertenece a la fase de la Madera, relacionada con el hígado y la vesícula biliar. Cuando esta fase o elemento está en desequilibrio, la primavera puede convertirse en un calvario llena de migrañas, cansancio, alergias,dolores musculares, rigidez, irascibilidad…etc.
También se relaciona con la emoción de la Ira, pero no como ese demonio a evitar que nos han querido vender, si no como el impulso natural de hacer algo, de enfrentarte a una injusticia, defenderte si te atacan, salir de una situación desfavorable….a todo esto nos ayuda la ira.
¿Qué podemos hacer para vivir más acorde a la energía de este ciclo?
Hace ya tiempo hemos salido de la cueva del invierno, y poco a poco vamos soltando el cuerpo. Por eso ahora toca salir al exterior. Una frase muy importante de uno de los clásicos de esta disciplina dice:
Esto hace alusión a la expansión, al crecimiento y a la exteriorización de las emociones.
Acorde a esta frase una de las cosas que más pueden ayudar a que el cuerpo no se estanque es el movimiento: la vida es movimiento. En esta medicina el hígado se encarga de mantener el movimiento de la energía. Si está función se paraliza se entorpece el libre fluir y la dirección de la energía.
Pasear por un bosque, hacer ejercicio regularmente, deporte, bailar, nadar, montar en bici…etc. También practicar artes marciales o disciplinas como el chikung, que, además de fortalecer de una manera más externa el físico, también, acompañado de la respiración, nos ayuda a hacer un trabajo más interno y más energético.
Entre otras muchas cosas el hígado se encarga de desintoxicar nuestro organismo. Ahora es un buen momento para ayudarle tomando especias como cúrcuma, cilantro fresco, perejil fresco, alimentos de color verde, acelga, espinaca, alcachofa…o plantas depurativas un poco más fuertes (mejor aconsejado por un terapeuta).
Otro gran clásico es la cuchara de aceite de oliva con limón en ayunas, no beber alcohol, ni tomar drogas ni medicamentos de síntesis y cuidar que los alimentos que se consuman no estén llenos de químicos, antibióticos, pesticidas…etc
Aliviar el estrés porque mantenido en el tiempo esté causará tensión el cuerpo y lo agotará provocando que la energía no se mueva, produciéndose un círculo vicioso, ya que si la energía no se mueve pueden aparecer cuadros de dolor. Cuando hay dolor menos ganas dan de moverse y viceversa.
Si tenemos en cuenta estos consejos viviremos un poco más acorde a la inercia de la primavera para iniciarnos en el verano sin grandes sobresaltos, ya que el verano, se asocia a la fase del Fuego, relacionada con el corazón y el intestino delgado.
Al corazón se le asocia la emoción de la alegría. Resulta difícil pensar que haya un desequilibrio de la alegría o un exceso de esta. Es muy común que falte más que sobre, pero en verdad sí que se habla de un estado de euforia. Cada emoción tiene su momento y
su lugar. Es genial sentir alegría en el día a día, pero cuando esta alegría se convierte en euforia permanente provoca faltas de concentración, despistes, agitación, y híperexcitabilidad. Esto no significa que en un momento puntual no se sienta euforia, si no que ésta no sea constante en el tiempo. Al contrario si hay ausencia de alegría, puede haber apatía, falta de ganas de hablar, falta de concentración también.
Para cuidar del corazón en verano, hay que seguir dejando libre al hígado, expresar las emociones y ver las cosas bonitas que tiene la vida (que son muchas más de las que se piensan). La belleza de las cosas depende del ojo que las mira, cambiar el filtro de verlo todo negro y abrirlo a los colores y a la exuberancia de la primavera y verano puede permitir que se disfrute de una luna llena, de los árboles llenos de vida, de un atardecer, de una brisa suave y cálida, de una noche de tormenta de verano…Son regalos que están ahí para quién se pueda abrir a disfrutarlos.
En verano es muy importante el movimiento, al igual que en primavera, pero sobretodo la respiración, ya que ayuda a la circulación sanguínea. La respiración consciente ayuda también a relajar al corazón si éste sufre, si se padece estrés o ansiedad.
Es muy útil poner atención, concentración e intención en cosas que nos motiven, sobretodo si se está en un estado de preocupación o con ansiedad. Si no se pueden aliviar los nervios, es mejor usar esa energía para focalizarla en algo que guste y que haga sentirse bien, sea dibujar o pintar, tejer, cultivar plantas, escribir…lo que sea que requiera concentración y que reporte satisfacción.
Alimentos que ayudan en esta temporada son alimentos rojos como el tomate, frambuesa, col lombarda, remolacha, sandía…En términos generales comer alimentos un poco más fresquitos y no muy condimentados.
Leticia Gómez
Especialista en Medicina Tradicional China y fisioterapia, destaca en Ten Wan, enfocándose en nutrición, fertilidad y artes marciales, especialmente en tratamientos para mujeres.